Crítica: Iron Man 3 (2013), de Shane Black
¡El guionista incluso se ha disculpado por lo que le hizo al Mandarín! Bueno, casi.
Si bien las dos primeras películas de Iron Man sentaron las bases necesarias para lo que veríamos en Los Vengadores, esta película no parece (o no sabe cómo) mantener ninguna conexión, en cuanto al tono del film, con el resto de la saga.
Veamos, Iron Man 3 toma a un Tony Stark post-Vengadores que pasa por un mal momento. El estrés, la ansiedad y la necesidad de descubrir que es algo más que una armadura son los ingredientes que lo tienen recluido en su mansión sin ningún contacto con el exterior. Sin embargo, una serie de ataques y amenazas de un terrorista que se hace llamar Mandarín hacen que Tony se debata entre vestir la armadura una vez más o rendirse.
Así, las piezas del argumento de una tercera entrega que despida al héroe enlatado hasta el próximo proyecto marveliano de Whedon están servidas, pero, para mí, fallan estrepitosamente. Y aquí está el por qué: Iron Man encuentra su Spider-Man 3, su X-Men: Last Stand. No exagero. Se planta un muro delante que no puede superar y toma medidas que parecen arriesgadas aunque sin una dirección muy clara de las cosas.
Podría mostrarme encolerizado porque esta no es una adaptación fiel al cómic, pero en realidad eso no me ha importado mucho (The Dark Knight, por ejemplo, no se puede considerar una adaptación fiel y me parece una excelente película del género de superhéroes, así como X-Men: First Class). Sin embargo, los giros argumentales que toma este film como propios de su singular continuidad contribuyen a la inconsistencia de la historia y, por lo tanto, a su mediocridad. Para dejarlo claro: el argumento es malo y el entretenimiento es poco.
Desde detalles como el hecho de que aparentemente nadie sepa dónde vive Tony Stark hasta el grandísimo agujero de guión que significa la intervención del niño con el que se encuentra Tony a mitad de la película. Desde detalles como la indecisión que representa el rápido paso de Pepper Potts de mujer fuerte a damisela en apuros hasta la desgraciada libre interpretación de un villano como el Mandarín (una decisión arriesgada, lo acepto, pero que no es complementada con algo que la justifique). Desde detalles como una improbable escena de avión hasta la repetición del modelo de villano que persigue a Tony Stark (sí, exacto, si hubiesen puesto a Obadiah Stane o a Ivan Vanko nada cambiaría).
Y si hago referencia al poco entretenimiento es porque, aparte de un despliegue técnico y de efectos especiales realmente genial, el argumento opaca todo intento por sacar algo nuevo de esta película de acción. Debo decir que los minutos iniciales son geniales, y también que la última escena y los créditos finales –salvo por la música- me encantaron. Sin embargo, debo hacer la siguiente pregunta: ¿se han dado cuenta de que en este artículo se menciona más a Tony Stark que a Iron Man? Eso es exactamente lo que sucede en la película en un nivel de narración visual. Hay un par de escenas que lo ejemplifican muy bien.¡Cuidado con los SPOILERS!
Primera escena) Después del rescate a los pasajeros de ese avión, un camión atropella a Iron Man de manera que la armadura queda totalmente deshecha en el suelo. Segundos después descubrimos que Tony Stark no estaba dentro de la armadura sino que la conducía remotamente desde un lugar bastante apartado con un gadget de los suyos, como si de un juego de realidad virtual se tratase, sin arriesgar absolutamente nada por esas personas, yendo en contra de la esencia del héroe, y demostrando a su vez que ser Iron Man no tiene ningún mérito.
Segunda escena) Tony Stark se dirige a la guarida del villano acompañado por su compañero Rhodey Rhodes para enfrentarlo. ¿Cómo lo hace? Sin armadura. En ropa deportiva. Con una sola pistola y, claro, un plan sorpresa que me lleva a la pregunta “¿Y por qué no hizo esto antes?”. Porque sin él no habría película, lo sé, y porque sin él no habría objeto para sentirme tan estafado (por no decir que como fan me siento traicionado).
Iron Man 3 es un gran proyecto visual, es la película de la trilogía que más riesgos toma, la que más temas busca abarcar, y es también el primer paso de Marvel para su fase 2. Fase que con este film me ha hecho desconfiar sobre lo que podemos ver después. Pero, bueno, así como hay buenos cómics y malos cómics, es de esperarse que suceda lo mismo con sus adaptaciones. Aunque que sea de esperarse no lo hace menos decepcionante.